Estas últimas semanas oigo hablar cada vez más de las NFT o Token no fungibles. Me producen curiosidad estas novedades, aunque a veces me da un poco de pereza entrar en ellas. Pero como soy curioso, finalmente he intentado entender que son y cómo funcionan, este pódcast me ha ayudado a comprenderlo un poquito más.
Al escuchar hablar de los tokens,he recordado una obra de arte de la que me hablo mi amigo Octavi, el autor de los dibujos de mi web, “An Oak Tree”.
El funcionario cumplía con su trabajo, pero estaba prohibiendo que entrara en el país un vaso.
«Un roble» es una obra de arte conceptual creada por Michael Craig-Martin en 1973. La pieza, descrita como un roble, está instalada en dos unidades: una instalación impecable de un vaso de agua en un estante de vidrio en soportes metálicos a 253 centímetros del suelo y un texto montado en la pared. El texto toma la forma de una sesión de preguntas y respuestas sobre la obra de arte, en esta entrada de blog encontraréis el texto, en la que Craig-Martin describe cómo cambiar «un vaso de agua en un roble adulto sin alterar los accidentes del vaso de agua», y explica que «el roble real está físicamente presente, pero en forma de vaso de agua «.
Octavi me explico una anécdota sobre la pieza, al ir a exponer “Un roble” a Australia, la retuvieron en la aduana ya que no se pueden entrar en el país plantas que no sean autóctonas. El funcionario cumplía con su trabajo, pero estaba prohibiendo que entrara en el país un vaso.
Para escribir sobre “Un roble” he repasado información en diferentes blogs, hace más de 20 años que Octavi me hablo de esta pieza, pero claro, cuando navegas vas enlazando informaciones, y así encontré esta noticia “Uno de los Gifs más conocidos, Nyan Cat, se vendió en 2021 por un equivalente a unos 500.000 €”
A muchas personas esto nos puede ser tan incomprensible como que un artista diga que un vaso de agua es un roble. Todos tenemos acceso a este Gif, cualquiera puede compartirlo, no está en ningún lugar físico. La revolución digital ha cambiado no solo el sentido de la propiedad, sino también la regulación sobre la propiedad, poco a poco las reglas del juego, el contrato social está cambiando. Las criptomonedas son un buen ejemplo, pero también los cambios en el mercado laboral.
Las organizaciones y las personas que trabajamos en sectores como la orientación o la inserción laboral, estamos obligados a estar atentos a los cambios que se producen, a como la mejora tecnológica hace evolucionar no solo los sectores y las ocupaciones, sino también las competencias que se necesitan y se valoran para desempeñarlos. Y, sobre todo, tendremos que hacerlo con sentido crítico, sin olvidarnos que detrás de un roble o un gato cósmico hay una sociedad que tiene que ser lo más justa posible, una sociedad que no deje personas atrás ni cree ciudadanos/as de segunda.
Os escribo desde El Palomar de Jose en el Raval.
